Don Guanella

Luis Guanella

Don Guanella nació en Fraciscio de Campodolcino (Sondrio), Italia, el 19 de diciembre de 1842, hijo de Lorenzo y María Bianchi. Terminados los estudios en el Colegio Gallio y en el Seminario Diocesano de Como, donde recibió la ordenación sacerdotal el 26 de mayo de 1866, ejerció con dedicación el ministerio de cura de almas durante nueve años en la diócesis, primero en Prosto, y después en Savogno.

Don Bosco
Guiado por un impulso interno y llevado por el deseo de socorrer a los pequeños y a los desvalidos, inició su camino al lado de Don Bosco, que lo acogió como uno de los suyos, y le manifestó gran cariño durante los tres años (1875-78) que permaneció a su lado.

La espera
Volvió a trabajar a la diócesis a donde había sido reclamado, esperando confiadamente que sonase, como solía decir, la hora de la misericordia de Dios, para comenzar aquellas obras de caridad por las que sentía un atractivo natural y vocación divina. Entre dificultades de todo género, desconfianzas, incomprensiones, persecuciones, vio truncarse ya en los inicios todas las posibilidades de trabajo. Sin embargo, con gran fe, esperó su momento.

El Fundador
La obediencia lo mandó a Pianello Lario, a suceder a Don Carlos Coppini, de quien heredó un pequeño grupo de almas consagradas, formadas en la piedad y en el sacrificio. Cinco años fueron suficientes para que el grupo se convirtiese en una organización dispuesta a confiar y a seguir las huellas del Padre. Una tarde de abril de 1886, una barca se desplazaba del puente de Pianello. Iban en ella el barquero, dos hermanas, algunos huérfanos y pobres utensilios. El corazón grande de Don Guanella les había preparado, para recibirlos después de una noche de navegación, un local en Como, en la calle de Tomaso Grossi.

El camino
Allí se consolidó la Obra entre pruebas, contratiempos, persecuciones. El grano de trigo se convirtió en espiga. Se multiplicaron las Casas. Las dos Congregaciones que él había fundado, los Siervos de la Caridad y las Hijas de Santa María de la Providencia, le ayudaron a ampliar la asistencia a los "benjamines" de la Providencia: ancianos crónicos y abandonados, disminuidos física y psíquicamente, niños huérfanos o necesitados, tanto en Italia como en el extranjero.
El año 1903, con la bendición y ayuda generosa de San Pío X, estableció la fundación en Roma. A pesar de sus setenta años, incansable, zarpó en 1912 rumbo a Norteamérica para llevar allí su Obra.

La última fatiga
En enero de 1915 acudió presuroso en socorro de los damnificados del terremoto de Mársica acogiendo a los supervivientes, huérfanos y ancianos, en sus Casas de Roma. Esta fatiga truncó sus energías y aceleró su fin haciéndole Mártir de la Caridad, en Como, el 24 de octubre de 1915.

La gloria
Después del proceso canónico normal, reconocida la heroicidad de sus virtudes y la santidad de vida, lo beatificó Pablo VI, el 25 de octubre de 1964.

Sin Fronteras
Hoy sus hijos e hijas continúan su Obra en cuatro continentes, abiertos si hay brazos que se les unan, al mundo entero, cuyos horizontes señalaba Don Guanella con estas palabras: Todo el mundo es patria vuestra.
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Para conocer más de Don Guanella y su obra:
http://www.provinciacruzdelsur.org.ar/
En Santa Fe:
http://www.provinciacruzdelsur.org.ar/Comunidades/Historia%20Santa%20Fe%20Internet.htm